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Mostrando las entradas etiquetadas como Leyendas de Nicaragua

Tigrecaribe

Escrito por Marlon Vargas A. Basado en el relato ofrecido por el Sr. Francisco López quien asegura haber escuchado a su padre, Don José Félix López Bendaña (q.e.p.d) contar ésta y otras historias transmitidas por su progenitor, Don Florencio López Cienfuegos.  La tradición oral nicaragüense y, por consiguiente, la chontaleña raya entre lo inverosímil y lo insólito. Muchas de las leyendas de nuestra región giran en torno a seres misteriosos que yerran por veredas y cañadas como “almas en pena” procurando encontrar algún trasnochado transeúnte para jugarle las peores y más inauditas travesuras Cuando nuestros campos son cubiertos sin contemplaciones por las tinieblas de la noche, muchos entes inician sus correrías convertidos en cadejos, micos, chanchas o coyotes. Fernando Buitrago Morales agrupa estas rarezas mitológicas en la “fauna intangible” de Nicaragua (1964).  La conversión de personas a animales es conocida como licantropía y es definida como la  “ superstición

Nuestra Señora del Rosario de Estelí

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En 1928 la ciudad sufrió el ataque de los indios Matagalpa y la imagen de la virgen fue codiciada por ellos. Según las anécdotas narradas en crónicas de ese tiempo, los indígenas intentaron sacar la imagen de la ermita. Cuando la quisieron pasar por la puerta principal, la imagen creció demasiado que no pudo ser sacada y por mucho tiempo la denominaron como la Virgen bruja , por el hecho de no poderla robar. Nuestra Señora del Rosario cargada por devotos en las calles de Estelí. Durante la guerra de la insurrección, la catedral se llenaba de personas que elevaban súplicas a la Santísima Virgen para que protegiera a los combatientes. En un momento quisieron abrir el camarín de la virgen para ponerle exvotos, pero no pudieron. Cuando los combatientes volvieron de la guerra, testimoniaban haber visto a la Virgen que les regalaba agua a los caídos en combate. Al abrir el camarín, descubrieron que el vestido de la imagen estaba sucio y ahumado. Desde entonces, tod

Los ahogados de los bajaderos de la Laguna de Masaya

     Yo que soy chichero por familia, por tradición, porque me gusta, le cuento. Allá usté si cree. Ahogados lo que se dice ahogados, hay muchos aquí en Masaya. Pero de los que vengo a contarles es de esos que se van a la laguna y mas nunca salen, mas nunca se ven. Esos son los ahogados del bajadero de la laguna de Masaya.      Dicen que ellos, desde hace añales, están encantados en el fondo de la laguna. Una vez, después de las fiestas de San Jerónimo, unos chicheros de Masaya fueron a la laguna a descansar, a echarse unos traguitos de misto y a darse una bañadita.      Entre recuerdos, chiles y jodedera la noche les cayo sin darse cuenta. De pronto, oyeron un chapaleteo de agua a la orilla de la playita. Cual fue el susto cuando empezaron a ver salir del agua un molote de hombres en son de fiesta.      Poco a poco los reconocieron. El más viejo de los chicheros dice: Ve, si ese es fulano que se ahogó hace como veinte años. Los chicheros quedaron tiesos de mie

Los embolsados

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          A los embolsados también les dicen protegidos de la Luna. Son personas que nacieron sin romper fuente, con todo y bolsa como los caballitos, pués. Por esa razón, tienen un poder especial. En Yale, cuando los frijolares se llenan de babosas, los campesinos invitan a un embolsado para que, desnudo, una noche de luna llena, camine alrededor de la plantación.      En ese caminar, por el poder suyo y de la luna, va embolsando las babosas. Yo vi como el embolsado caminaba y las babosas se juntaban en el centro del frijolar. Los campesinos las quemaron y el hombre, callado, fue a acostarse.  Fragamento tomado de la Revista Enlace - Leyendas de montaña   Foto cortesía de José Rafael Burgos C./Moralimpia.net

La chancha bruja de Villanueva

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     La leyenda de este personaje cuenta de mujeres con manía de transformarse en este animal, las que amparadas por la oscuridad de la noche, en lugares apartados y que consideran seguros, recitan conjuros, rezan oraciones diabólicas y realizan un ritual que consiste en darse tres vueltas para atrás y otras tres para adelante, esto según la creencia popular, para echar el alma por la boca, le queda depositada en un guacal o pana siempre le acompaña para estas conversiones. Al concluir con este ritual, las mujeres quedan convertidas en chanchas de gran tamaño, agresivas, fuertes y frecuentemente de color negro.      Según la versión de aquellos indígenas crédulos y de gran imaginación, estos seres increíbles han sido vistas llenos de lodo podrido, caminando al trote por las calles y emitiendo gruñidos característicos.      Cuentan los que han logrado ver enfrentamientos entre estos animales y sus víctimas, que cuando una chancha bruja se acerca a la persona que

La Mica Bruja de la montaña

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Acérquese un poco, Don Pascual, acérquese, así le voy contando y mientras tanto usted va sintiendo cómo se le quita el frío. Le digo: Que yo recuerde, que yo haya oído, de lo que usted me pregunta mucha gente habla. Mire, dicen que ella era una mujer que se había hecho rica de la noche a la mañana. Y eso siempre levanta habladurías. Así es la vida, pués. Un vecino de ella, una noche vió que un ganado se iba para la casa de la mujer. A la noche siguiente, un poco antes de medianoche el hombre, entre intrigado y curioso, se acercó a la casa de la vecina y óigame bien qué fue lo que vió: La mujer estaba rezando el Padre Nuestro al revés. Dió tres vueltas hacia atrás y dijo: Abajo carne. Abajo carne Abajo carne ¡Y Toda su carne se cayó al suelo!. ¡Quedó sólo su esqueleto! y de repente, ¡se transformó en mona! Después, salió a hacer su correrías, a robar a sus vecinos, pués. Cuando regresó con lo robado, se fue al mismo lugar, rezó el Padre Nuestro al derecho, dió tres maza

Los misterios del Musún

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     "Entre los guardaparques del Musún, podrá encontrarse con Miguel del Socorro Jarquín Artola, un espigado joven de tez morena y complexión delgada, quien cuenta fantásticas anécdotas surgidas de la Reserva Natural, donde nació y creció como un nato depredador de la fauna, hasta que se convirtió en uno de sus más asiduos protectores.       (...) Una vez, en ese cerro, andábamos con mi papá, uno de mis hermanos y dos tíos, y llevábamos un montón de perros. Íbamos a cazar zahínos, cusucos, guardatinajas o lo que encontráramos. Era de tarde, en un invierno, dice Socorro.       Como es característico durante el invierno, la densa neblina cubría las montañas. Socorro y su padre del mismo nombre, junto a su hermano Francisco y sus tíos Ubencio Martínez y Facundo Guzmán, continuaban buscando animales para cazarlos.       El joven guardaparques añade: Seguíamos en el cerro y de pronto: ‘pá, miramos que se despejó el lugar. Se levantó la nube y quedó despejado. Entonc

El gritón

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     Bueno, y es que a mi abuelo le salió de todo, él era perseguido por El Cadejo , a él le salió El Mosmo , a él la Chancha Encaitada , La Mona , El Gritón , a éste así lo llamaban porque antes así se comunicaban los campistas, con gritos, para saber quién andaba “poraí”, ese señor que quedó sin cabeza era un hombre que andaba buscando unas vacas que se le habían perdido, hay andaba montado en su caballo gritando: ¡Hay va hom! se metió a la espesura de la selva en el cerro El Chonco y con mala suerte que el caballo se asustó por los rugidos del tigre que andaba cerca y sale a todo galope el animal y pasa por unos bejucos que estaban colgados y le pasa arrancando la cabeza al pobre hombre y el caballo se desnuca, así andaba sin cabeza y todavía montado en su caballo.      Mi abuelo lo escuchaba de vez en cuando, hasta que un día se topó con él. Esa noche lo escuchaba bien cerca ¡Hay va hom! gritando, y rápido se puso su chaqueta de dril al revés y sacó su

La mujer vestida de blanco de Carazo

Escrito por Alberto Cano Esteban      Supuestos espantos como "La Cegua" y "La Carreta Nagua", mantienen atemorizados a los pobladores del sector próximo a Las Marías, incluido el reparto Luis Vanegas, en el municipio de Santa Teresa, mientras hay personas que aseguran que también han visto el "espanto" de una mujer vestida de blanco que se pasea por toda la carretera hasta llegar a la entrada de Santa Teresa.      Jorge Araya Ramos, habitante de Las Marías, y uno de nuestros entrevistados en torno a las presuntas apariciones, sostiene que a él mismo le salió en dos oportunidades la "Carreta Nagua", "y no estoy mintiendo, esto no es "Cuento de Lencho Catarrán" explicó el campesino.      Dijo que en dos oportunidades ha estado frente a frente con el "espanto", pero que no le ha demostrado miedo, más bien lo amenazó con un machete "y así me he dado valor, aunque la primera vez que lo vi fui a parar a la cas

Mitos y leyendas de los Ramas

El Cerro de Macpick .  Cuentan los pobladores de El Rama que en  el cerro Mackpick hay una cueva y en ella se escondía Henry  Morgan, mejor conocido como el pirata Morgan, quien venía navegando por el río Escondido. En la cueva todavía sobreviven grandes cadenas donde suponen que Morgan amarraba su barco. Dicen algunos que de la cueva salen luces en las noches de luna  llena, otros que han visto salir un hombre muy luminoso cubierto  de oro y plata, dicen que son los acompañantes de Morgan que descansan en la cueva cuidando el tesoro que ahí dejó el pirata. La mujer pescado. Es habitual escuchar a algunos pobladores de las riberas del río Escondido la historia de la Mujer Pescado, que por las noches sale a bañarse. Los que la han visto cuentan que es una mujer con cola de pescado y de rostro muy bello. Otros dicen que cuando la mujer sale del agua, solo lo hace frente a aquellos que la deseen por su belleza, entonces ella se muestra radiante y desaparece entre el bos

El lamento de La Mocuana

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Escrito por Martha Isabel Arana Orlando, Florida 2005      La pérdida súbita de su inocencia caía sobre ella más fría y pesada que la oscuridad de la cueva que la amortajaba. El derrumbe de las piedras en la entrada aún resonaba en el esqueleto de su alma, como campanas que demasiado tarde le advertían del gran error que en nombre del amor había cometido. Silenciosa meditaba sobre el maldito y bello momento que conoció al blanco conquistador que con sus ojos claros como el cielo del Valle de Sébaco, y el cabello tan rubio como el oro que guiaba su destino, había hecho de ella un simple objeto de placer.      Acababa de ser enterrada en vida por el hombre que amaba. Había sido cruelmente engañada por aquel que la había convencido para que confiara en él y le contara el secreto del lugar donde el cacique, su padre, guardaba el tesoro que pertenecía a esta región esteliana. Generosa, lo había guiado hacia el sitio ambicionado y al obtener las riquezas, el ingrato había partido, d

Memorias de una muchacha bonita

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Escrito por Martha Isabel Arana Orlando, Florida 2005      Cuentan que hace años, un muchacho de Managua fue invitado a una boda en la antigua Ciudad Universitaria. Llegado el día, aunque estaba nublado y los ánimos lo invitaban a quedarse en casa, Ernesto, el joven de la historia, no quería perderse el esperado acontecimiento porque quien se casaba era uno de sus amigos más queridos. Pensando que valía la pena el viaje y tomando en cuenta que León no está muy lejos de la capital, decidió salir temprano para llegar a tiempo y no sufrir ningún atraso. Cuando llegó a la zona donde el Lago Xolotlán comienza a coquetear mostrando su azul a las personas que transitan la Carretera Vieja a León, comenzó una lluvia fuerte a caer sin clemencia, desbordándose el cielo y provocando uno de esos aguaceros tropicales que parecieran no van a parar jamás. No había dejado  atrás el recuerdo del lago, ni el olor a tierra mojada había abandonado su mente, cuando de pronto divisó a un lado de l

Extraños sucesos en la Casa del Coronel Arrechavala

     La Ciudad de León Santiago de los Caballeros, es cuna de una de las leyendas más populares que por décadas ha coqueteado con la fina línea entre la imaginación y la realidad de algunos leoneses quienes en las noches oscuras y calurosas, aseguran todavía escuchar los cascos del fantasmal caballo del Coronel Arrechavala.      El español Joaquín Arrechavala había venido a Nicaragua como enviado del Rey de España, Carlos II de Borbón. En 1791 fue ascendido a Coronel, y cuando murió en 1823 se rumora que lo acompañó a la tumba la inquietud de andar penando en León, sin poder descansar en paz hasta que su riqueza hubiera sido distribuida de alguna manera.      Son muchos nicas los que aseguran que efectivamente, sus abuelos, sus padres o incluso ellos mismos han sido testigos de las andanzas del coronel y los hechos misteriosos que ocurren en la que fuera su casa.      Me contaba una señora leonesa lo que sus abuelos vivieron en carne propia: "Este cuento fue real, sucedi

Rafaela Herrera vence a uno de los mejores ejércitos del mundo

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     "Al hablar de la Fortaleza de la Inmaculada Concepción, es inevitable el tener que referirse a la joven Rafaela Herrera y Sotomayor, concentrándonos, sin duda alguna, ante uno de los personajes más bellos y hermosos de la historia de Nicaragua y de América en general. (...) Nicaragua era uno de los principales objetivos de los ingleses, porque presentaba facilidades para la comunicación interoceánica, por lo que el Gobernador Inglés de Jamaica William Henry Lyttelton, recibió instrucciones de preparar una invasión de Nicaragua por el Río San Juan, con un ejército de tres mil hombres y más de cincuenta embarcaciones.  Amenazaba El Castillo de la Concepción, precisamente cuando el castellano de la fortaleza estaba gravemente enfermo.  En el lecho de muerte, Rafaela, altiva y decidida, jura solemnemente a su padre defender la fortaleza, aún a costa de su vida".        A las tres de la tarde del día 29.VII.1762 se "reconoció en toda la campaña, río arriba y río

Los zipes

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          Otro personaje conocido por los campesinos de nuestra tierra es el travieso zipe . Estos curiosos enanitos tienen la característica de tener los pies volteados, ser barrigoncitos y enamorados, empedernidos de las muchachas y las mujeres hermosas de las comarcas. Dicen que circundan las milpas buscando como acercarse a éstas para robárselas y dejarlas perdidas en la selva después de haber logrado su propósito.      Comentan algunas mujeres campesinas que los zipes también se roban a los recién nacidos sin bautizar, y se los llevan para perderlos en los caminos o hacer travesuras con ellos, como cuenta Wilfredo Alvarez, en su interesante historia del origen de la Loma del Zipe en Chinandega. Dicen que los hombres gustan atrapar estos enanitos porque una vez lo consiguen, pueden hacerlos trabajar a su voluntad, para que se encarguen de los trabajos más pesados y así poder ellos descansar. Pero atrapar un zipe no es tarea fácil, comentan los que lo han tratado. Son bien maños

Leyenda del Cadejo (Somoto)

Escrito por Alba Myriam Sánchez Cuadra   Las personas mayores, como nuestros abuelos o tíos, son un cofre de sabiduría. Guardan tantos secretos como leyendas en su corazón. Yo quiero dar a conocer  tantas historias bonitas que todos vivimos, el miedo, el temor, el espanto a lo que no sabíamos si era verdad o puro cuento, pero que nos alimentaba la pasión por escuchar. Una noche arrimados al fogón, comenzamos mis primos y yo a preguntar si era verdad esto o aquello. La noche era obscura y afuera soplaba un viento muy frío, por eso nos habíamos refugiado en la cocina. La cocina de nuestros pueblos siempre es amplia, bien limpia y nunca está fría, siempre hay calorcito, porque todo el tiempo, desde que amanece el fuego, esta que bulle, como dicen, si las llamas corren y trepita mucho el fuego, es que va a llegar visita, y no sé cómo hacían para saberlo, pero al final resultaba verdad. El olor a café, los frijoles cocidos, las tortillas recién hechas, la

La leyenda de los compadres

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Escrito por Alba Myriam Sánchez Cuadra      En las noches de luna de mi pueblo, solíamos sentarnos en el patio alrededor de mi tío Polito, para que nos contara cuentos, las leyendas que nunca faltan en los pueblos con nombres distintos, pero que al final son iguales.      Éramos varias primas, y la esposa de mi tío juntaba unas piedras, buscaba unas ramitas, burusca, le decían, y se ponía a hacer una bebida caliente, ponche. El ponche era para nosotros lo máximo, porque nos calentaba el alma del miedo que sentíamos con lo que nos contaba mi tío.      Nos apretujábamos unas a otras y queriendo sentir la misma emoción, temblábamos de frío, en ese entonces Somoto era de clima frío  porque todavía no lo habían despalado como esta hoy  y sus frondosos árboles  se mecían al compás del aire  y este soplaba conjurándose con la leyenda del momento.      !Qué tiempos aquellos! No había en el barrio luz eléctrica, porque el alcalde de turno ponía la luz y adoquinaba la c

La leyenda de la muerta

Escrito por Alba Myriam Sánchez Cuadra      Lo que hoy les voy a relatar no es producto de mi imaginación. Es algo que una vez me platicó mi madre. Decía que en una clara noche de luna llena, viviendo ella con sus padres en un valle de Somoto, Nicaragua, que se llama El zapote, lugar al que yo le he cantado en mis poemas, era costumbre salir a cualquier hora de la noche al patio, ya sea a jugar, a observar la luna o platicar,  las casas del valle estaban cercanas unas a las otras y casi todos eran familiares, por eso el valle era muy unido, desde la montaña se escuchaba el ruido sordo y seco de las aguas del rio.      Esa noche estaba más concurrido porque una vecina estaba muy grave y según ellos no pasaría la noche. Se tiene la creencia en el campo que al amanecer es cuando anda la muerte recogiendo a los que se va a llevar con ella.  La señora, que por cierto era familia nuestra, había sido en toda su vida muy devota del corazón de Jesús, además es el patrón o e