Qué recuerdos tan bonitos
Los que vienen a mi mente
Los de un país muy sufrido
Donde quedó toda mi gente.
Recuerdo mi tortilla,
La chicha y el vigorón
En el parque de Granada
Que vendía doña Chon.
Y el sabor de un mondongo
Con aquella cuajadita
Yendo para Masatepe
En un domingo a comer.
Dónde está mi pinolillo,
El cereal y el pinol
Para comerme su chingaste
Aunque me de congestión.
Cómo quiero carne asada
Con su gallo pinto también
Y la cebada con pelota
Que me hacía tanto bien.
Y La Riviera con sus raspados
Muy cerquita del Gabriel
Cuando en época de estudiante
Hacíamos la “leonesa” riendo sin poder.
Y te acordás del chancho frito
Con la yuca reventada?
No se te hace agua la boca
Y te morís por un poquito?
Ya deseara andar en coche
En Masaya o en Granada
Con sus caballos cholencos
En el Calvario o La Calzada.
Deseara tener en frente
Un plato de moronga frita,
Una hoja con baho caliente,
Comer todo y caer redondita.
Y que decís de mi leche agria
¡Como la podría olvidar!
Si me salvo de la goma
¡Que me hacía reventar!
Mi querida Nicaragua
Cuando te volveré a ver
Y en Managua mi casita
Que con lucha pude tener…
Te dejé mi tierra amada
Más para siempre no habrá de ser
Pues no pierdo la esperanza
De con mi amor besar tus pies!
Esther Mendoza Urbina – 2011
Foto cortesía de José Rafael Burgos