Es toda una aventura viajar a la Isla de Ometepe, uno de los lugares turísticos más visitados de Nicaragua hoy en día. En general, llegar a la isla no toma más de una hora. Sin embargo, inolvidable es el recuerdo de pasar el día contemplando a los volcanes Concepción y Maderas siendo testigos eternos de la majestuosidad del Gran Lago de Nicaragua que los rodea.
La isla de Ometepe está llena de misterios. No solo es conocida por sus jeroglifos, lagunas escondidas y leyendas, sino también por las brillantes luces que se dejan ver por los desconcertados lugareños de vez en cuando:
"Eran aproximadamente las ocho y media de la tarde cuando, desde toda la isla, pudo observarse un gran resplandor. Podemos imaginar el terror que embargaría a los habitantes de una isla volcánica al observar como en plena noche se produce un gran resplandor en la cumbre de uno de los volcanes. Uno de esos volcanes, el Concepción, tuvo su última y violenta erupción en 1957, y los mayores de la isla todavía recuerdan aquella noche de fuego y muerte en la isla. Afortunadamente, el resplandor que salía del volcán Maderas no era anuncio de un movimiento sísmico, si no de algo extraño."
Eduardo Emilio Gómez, uno de los testigos entrevistado por AÑO/CERO observó el incidente desde la población de Moyogalpa: 'Después del resplandor –explica Eduardo a AÑO/CERO en exclusiva- vimos salir una esfera de luz blanca, muy grande, enorme, del interior del volcán. Empezó a subir, y subir, sin hacer ruido, hasta que se perdió entre las nubes...' Recordamos entonces que desde tiempos inmemoriales aquellos volcanes habían sido considerados morada de los dioses. De hecho el nombre nahualt del Maderas, Coatlán, significa literalmente 'lugar del sol' o 'Lugar donde vive el Sol'. ¿Qué tipo de 'sol' vive en ese volcán?
Aquella misteriosa esfera, que surgió de la laguna del Coatlán, y el resplandor que la precedió, fueron observados desde prácticamente toda la isla. A la mañana siguiente, un grupo de campesinos audaces treparon hasta la cima del Maderas para investigar, pero no encontraron ninguna pista que pudiese identificar la naturaleza de aquel extraño objeto que, en el silencio más absoluto, había surgido de las entrañas de la laguna volcánica. Sin embargo, y como era de esperar, algunos campesinos supersticiosos susurraron un nombre... 'esto es cosa de Chico Largo...'
Fragmento "La isla del fin del mundo" por Miguel Blanco/Mundo misterioso
Fotos: www.punchdragon.com / www.discovernica.com
Acerca de este tema, escribe también Jorge A. Cárdenas:
"Muchos habitantes
afirman
pormenorizadamente que
un sábado durante el
verano, como a las ocho
y media de la noche, se
produjo un «insólito acontecimiento
en esta laguna», cuando
se pudo observar en toda
la isla un estremecedor
resplandor que iluminó
la cumbre del volcán, y
que, cuando el tiempo
pasó, se pudo comprobar
que este fenómeno no era
parte de ningún movimiento
sísmico del Madera.
Eduardo Emilio Gómez,
un testigo presencial,
relata que tanto él como
la gente vieron salir
una «esfera de luz
blanca muy grande,
enorme, del interior
del volcán que se elevó
hasta perderse en las
nubes del cielo». La
realidad es que este
fenómeno concuerda con
la leyenda nahualt de
que el Coatlán (o Madera)
significa «Lugar donde
vive el sol».
Se dice que a la mañana
siguiente, un grupo de
campesinos audaces
treparon por la cima del
coloso en busca de una
explicación a tan
extraño fenómeno, y
cuando no confirmaron
nada, «supersticiosamente
susurraron, esto es cosa
de Chico Largo», porque
para los ometepinos este
personaje se ha ido
sucediendo a través de
los siglos ... Tanto es
así, que afirman que el
último, Chico Largo
conocido, falleció en
agosto de 1999.
Estas apariciones
misteriosas continúan en
la isla. Manuel Hamilton
Silva cuenta que en
1979, cuando la
revolución sandinista,
se construyó un cuartel
para instalar a
centenares de
conscriptos obligados
por el Ejército. Lo que
causó un tremendo
malestar en Ometepe;
pero que el Chico Largo
afirmaba y repetía «ya
se van a ir... ya los
verán».
Cierta noche, uno de los
centinelas de guardia
vio venir un bulto hacia
el cuartel; como se
estila gritó él:«Alto»,
más, la forma
antropomorfa de gran
tamaño continúo
avanzando sin
identificarse, a como se
le pedía. El soldado
disparó su fusil AK
descargando todas sus
balas sobre él y no pudo
impedir que le
arrebatará el arma, lo
golpeará con ella y
continuara su marcha
hacia el interior del
cuartel, donde se produjo
una tremenda confusión,
a tal extremo que todo
el contingente militar se
dio a la huida. Los
isleños consideran que
aquel era Chico Largo
que continuaba
protegiendo a Ometepe
desde El Encanto, la
ciudad subterránea.
Este suceso, que, según
afirman, le aconteció al
Batallón 80-52 de los
sandinistas, fue
conocido por todos los
habitantes que vieron
como se cumplió el
vaticinio de Chico Largo
al retirarse para
siempre los soldados.
El autor de este
artículo conversó en
Moyogalpa sobre estos
conocimientos
ancestrales, con el
señor Miltón Arcia
Marín, gerente
propietario del
espléndido ferry que
comunica con itinerario
regular San Jorge en
Rivas --con Ometepe-- y
le aseguró que, aunque
su escepticismo es muy
grande con respecto a
todas esas leyendas, si
puede confirmar que un
día en aquella época a
media noche fue obligado
por los militares
sandinistas a poner en
marcha su ferry para
transportar hacia el
hospital de la ciudad de
Rivas a más de una
docena de soldados
gravemente heridos. Las
leyendas ancestrales,
los extraños
petroglifos, los
avistamientos y los
fenómenos cósmicos
siguen siendo un enigma".
Fragmento tomado de Ometepe la isla más grande del mundo en agua dulce publicado en La Estrella de Nicaragua, marzo 16-31, 2008.