Diciembre siete

Diciembre siete La gritería,
fuera de nicaragua

Yo soy realmente un nicaragüense
vive en mí la danza del Güegüense,
canto con Camilo, Carlos y Zintia,
me emociono al oír la mora limpia.

De mi país me siento muy orgulloso
por sus mujeres de andar cadencioso,
de madres que solo entregan amor
que quieren para sus hijos lo mejor.

Tierra heroica de muchos encantos
rinde tributo a sus mártires y santos,
sus fiestas patronales no se olvidarán
como la de Santo Domingo de Guzmán.

Sus pueblos tienen su propia tradición
que la llevan muy dentro de su corazón,
más toda Nicaragua mía suena de alegría
alabando en diciembre a la Virgen María.

Desde la gran ciudad y al pequeño valle
se ve la gente cantando en la misma calle,
y los que en el extranjero están viviendo
una lágrima en su mejilla les va corriendo.

Mientras piensan en los lindos altares
sienten en sus labios los ricos manjares,
y la expresión, quién causa tanta alegría
inspira, a decir, la Concepción de María.


Carlos A. Esquivel R.
Windsor, Ont. Cánada
Octubre 27 del 2009

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