martes, abril 25, 2006

El Barco Negro




Isletas de Granada - Lago Cocibolca, Nicaragua

Cuentan que hace mucho tiempo, ¡tiempales hace! Cruzaba una lancha de Granada a San Carlos y cuando viraba de la Isla Redonda le hicieron señas con una sábana.

Cuando los de la lancha bajaron a tierra sólo ayes oyeron. Las dos familias que vivían en la isla, desde los viejos hasta las criaturas, se estaban muriendo envenenadas. Se habían comido una res muerta picada de toboba.

¡Llévennos a Granada!- les dijeron. Y el capitán preguntó:
¿Quién paga el viaje?
No tenemos centavos, dijeron los envenenados, pagaremos con leña, pagaremos con plátanos.
¿Quién cortará la leña? ¿Quién cortará los plátanos? dijeron los marineros.
Llevo un viaje de chanchos a Los Chiles y si me entretengo se me mueren sofocados, dijo el capitán.
Pero nosotros somos gentes, dijeron los moribundos.
También nosotros, —contestaron los lancheros—. Con esto nos ganamos la vida.
¡Por Diosito! —gritó entonces el más viejo de la isla— ¿No ven que si nos dejan nos dan la muerte?

Tenemos compromiso, dijo el capitán. Y se volvió con los marineros y ni porque estaban retorciéndose, tuvieron lástima. Ahí los dejaron. Pero la abuela se levantó del tapesco y a como le dio la voz les echó la maldición:

¡A cómo se les cerró el corazón se les cierre el lago!
La lancha se fue. Cogió altura buscando San Carlos y desde entonces perdió tierra. Eso cuentan. Ya no vieron nunca tierra. Ni los cerros ven, ni las estrellas. Tienen años, dicen que tiene siglos de andar perdidos. Ya el barco está negro, ya tiene las velas podridas y las jarcias rotas. Mucha gente del lago los ha visto. Se topan en las aguas altas con el barco negro, y los marinos barbudos y andrajosos les gritan:

¿Dónde queda San Jorge?¿Dónde queda Granada?
... Pero el viento se los lleva y no ven tierra. Están malditos.
(Contado por una mujer de Zapatera a Pablo Antonio Cuadra, 1930)

Tomado de Pablo Antonio Cuadra y Francisco Pérez Estrada: Muestrario del Folklore nicaragüense. Fondo de Promoción Cultural - Banco de América (Serie Ciencias Humanas No. 9), Managua 1978.





9 comentarios:

Pablito dijo...

Isa: que atrapante historia, que además nos enseña a ser más solidarios y a dejar nuestros propios intereses por las necesidades de los demás, por eso me parece diez puntos.
Como siempre es un gusto leerte y conocer las historias de tu patria.
Un abrazo

Unknown dijo...

Bueno, esta historia contrasta con la anterior... es de esas leyendas en donde el malo se lleva un castigo, pero no termina de resultar en un final feliz...
Buenisima, si estuviera aqui mi hijo diria, es como para contar en un pijamaparty jijijiji
Saludos isa querida!

Anónimo dijo...

Gracias queridos Pablito y Pagana por sus comentarios y visita. Me alegro que hayan disfrutado la lectura. Ya saben, si alguna vez visitan las isletas del Gran Lago de Nicaragua...¡Mucho ojo, cuidado con el barco negro que aún anda penando sobre sus aguas! ; )

Anónimo dijo...

wow isa esta super esta leyenda yo no me sabia este cuento pero esta muy bueno. gracias por traerlo mira yo siempre que entro a tu blog salgo con una historia nueva siempre hay algo para descubrir. Diana

Anónimo dijo...

Hola Diana! Qué bueno verte por aquí. Así es amiga, tenemos aún muchos secretos que descubrir de la patria. ¡tantas cosas e historias famosas que no conociamos!

Anónimo dijo...

Otra historia bella, como sueño estas historias. besos.

Anónimo dijo...

Yo que vivo en una isla me siento aún más tocada por leyendas así. aquí todo huele a mar: la poesía, la literatura, la música.
Un abrazo, Zenia desde:

HTTP://imaginados.blogia.com

Anónimo dijo...

Muchas gracias Ç. Abrazos para vos. : )

Zenia querida, estoy segura que tienen historias maravillosas allá en tu isla preciosa que espero un dia poder conocer. : )

Anónimo dijo...

Hola Nando, claro que si, con gusto.