domingo, julio 11, 2010

Apuntes sobre Nagarote: La lluvia de Remaches



Por Luis José Castro Jeréz

    Corría el mes de septiembre del año 1961. Recuerdo que al mediodía de un lunes, cuando nos disponíamos a comer para prepararnos, a regresar a clases a las dos de la tarde, ya que en esa época los escolares recibíamos clases por las mañanas y las tardes, la paz del pueblo se vio interrumpida por un sinnúmero de vecinos que corrían hacia una casa ubicada al frente del Parque El Genízaro enclavado en el centro del pueblo, donde se estaba desarrollando una acción misteriosa y, hasta entonces, desconocida por los habitantes, considerada hoy como un fenómeno inexplicable que cabría dentro de los límites de lo sobrenatural. Una lluvia de remaches o pequeños tornillos caía intermitentemente sobre el tejado de la casa de una familia de bien dedicada al comercio al detalle.

    ¿Era un avión el causante de este fenómeno o era el resultado de algo sobrenatural?. Lo cierto es que los pequeños remaches caían por montones en oleadas consecutivas con intervalos de dos a tres minutos. Todos los vecinos que se habían congregado a presenciar tan inusual espectáculo elevaban su vista al cielo, escrutando el infinito solo para descubrir que provenían de las alturas cuál enjambres de abejas para caer sobre el tejado. Los dueños de la casa eran consolados por personas amigas que con santo temor y temblor se encontraban desconcertadas por lo que estaba sucediendo. Almas caritativas entonaban oraciones y plegarias al Altísimo, rogando clemencia ante tan inexplicable e inusual fenómeno que parecía presagiar el final del mundo para todos los presentes. Recuerdo que un vecino del lugar, zapatero de oficio, recogió una gran cantidad de remaches para guardarlos, según él, como testimonio fehaciente de tan raro fenómeno.

    En virtud de que el párroco asignado al pueblo se encontraba de viaje en otra ciudad, mi tía Ninfa, gran devota de la Virgen María y del Sagrado Corazón de Jesús, se presentó al lugar con velas y un frasco de agua bendita que roció por los diferentes lugares de la casa a fin de ahuyentar al Maligno….. A la una y media de la tarde la lluvia de remaches comenzó a aminorar hasta extinguirse por completo, devolviendo la tranquilidad a toda la comunidad que presenció tan funesto hecho…..

    Versiones corrieron a lo largo de los días sobre el origen del inusual fenómeno… Lo cierto es que, con todas las oraciones y los actos de penitencia que con el paso del tiempo se efectuaron en todo el vecindario, la paz y la tranquilidad volvieron a nuestro querido Nagarote, cuyos habitantes interpretamos este fenómeno como un llamado celestial a ser más espirituales y apartarnos de los vicios. A pesar de mis cortos diez años de edad, creí interpretar de esta manera el sentir de nuestros habitantes.

Apuntes del Sr. Luis José Castro Jeréz recopilados por Martha Isabel Arana/ 23 de enero, 2010
Foto tomada de Nicaragüenses.

jueves, julio 01, 2010

Ensalada de frutas frente al Cine Salinas

Escrito por el Dr. Juan Espinoza Cuadra

México

Mayo de MMX

En el barrio Riguero hay un punto de referencia: la refresquería frente al antiguo Cine Salinas, donde venden la más rica ensalada de frutas de Managua. Recuerdo que mi padre nos llevaba a mis hermanos mayores y a mi madre a este cine y luego del placer de haber disfrutado la película, esperábamos la invitación paterna de ir a degustar un sabroso vaso de ensalada de frutas. Fuera del cine se apostaba una suerte de vendedores ambulantes ofreciendo algodón de azúcar, con su característico color rosa; los “hot-dogs” cuya preparación culminaba con una ensalada de repollo cocido sabor vinagre que destacaba sobre la mostaza, la mayonesa y el kétchup. Las bolsas de jocotes con sal, las de mango verde aderezadas con una solución de vinagre con chile. Las marchantas con sus viandas repletas de las golosinas de la época y los infaltables cigarrillos al detalle. Además, los vendedores ambulantes provenientes de Masaya y Granada con sus deliciosas cajetas de coco en colores rosa y café. Las luces de la marquesina, los claxon de los automóviles, el bullicio, las personas saliendo y entrando del cine o los que solamente se acercaban a aquel pequeño mercado para adquirir algún manjar, son los recuerdos de mi infancia en las tardes-noches calurosas de día domingo.

El terremoto de 1972 acabó con una de estas facetas. Y para mí, el barrio Riguero siguió siendo un territorio inexplorado. Y así se quedó. Mis incursiones lejos de la casa de mi madre fueron muy pocas. Tuvo que ver mi cortedad y la vigilancia constante de Bertha Cuadra. Mi siguiente domicilio fue relativamente cerca: Altamira D’Este, la casa de la hermana mayor de mi madre. La angustia y tristeza por la muerte de mi madre y la inestabilidad política de esos años no procuraron ni una visita esporádica al establecimiento cercano al otrora Cine Salinas. Los años posteriores al terremoto se sucedieron entre la casa de mi abuela paterna en la colonia Máximo Jerez, la ciudad de Diriamba y la casa de Altamira D’Este. Luego de la insurrección de 1979 y consecuentemente del asesinato de mi padre y yo con más años, con menos vigilancia, los recuerdos de la ensalada de frutas, fueron suficientes motivos para invitarme a incursionar las cercanías del antiguo Cine Salinas en busca de un vaso saturado de hielo y cuyo contenido buscaba aproximar el sabor de la ensalada de frutas de mi infancia.

El lugar no había cambiado mucho. El trato seguía siendo amable y cordial por parte de los prestadores del servicio. Logréreconocer a una señora, para ese momento, ya de edad avanzada y que en mi niñez se dirigió con mucho cariño hacia mí. La saludé con la seguridad que no me reconocería. Tomé asiento en una de las butacas de madera y aguarde. En un vaso de vidrio, sencillo, dadas las precarias condiciones económicas en las que el régimen frentesandinista había sumido a la población, tuve frente lo tantamente anhelado: mi vaso de ensalada de frutas con un popote y una cuchara plástica.

Con el primer sorbo se vino una cascada de recuerdos donde navegaron los rostros de mi padre, de mi madre, de mis hermanos. Percibílos aromas de las tardes soleadas de los domingos de mi niñez. Distinguílos rostros desconocidos de las familias que acudían al esparcimiento al igual que nosotros. Aprecié el llanto de los niños agobiados por el calor dentro de las instalaciones del Cine Salinas, a pesar de los grandes ventiladores a máxima revoluciones. Abrí mis ojos y tomé en mi mano derecha la cuchara de plástico y la hundí en el agua color durazno en busca de los trozos de piña, de papaya, de plátano. En silencio, mastique el recuerdo en mi presente. Me percaté de la ausencia de mis otrora acompañantes. No quise seguir pensando y preste mi atención a disfrutar los sabores. Cuando el vaso estuvo vacío coloque el popote y la cuchara de plástico en su interior. Lo tomé y me dirigí hacia la anciana y lo extendí hacia sus manos. Ella no miro el vaso y si mis ojos. Pregunte lo que le debía. Pagué y la vi nuevamente a los ojos. Las gracias que le prodigue aquella tarde son como un vuelo de gaviotas: una algarabía de pasado en una maraña que aún se desenreda por estos días.

Blog de poemas de Juan Espinoza Cuadra:
http://poemasdejuanespinozacuadra.blogspot.com/
Blog de opinión de Juan Espinoza Cuadra:
http://enopiniondejuanespinozacuadra.blogspot.com/

(Recuerdos del Dr. Juan Espinoza Cuadra recopilados por Martha Isabel Arana el 8 de mayo de 2010.)

domingo, junio 27, 2010

El Cristo de la Misericordia



    El Cristo de la Misericordia en la Bahía de San Juan del Sur es una obra diseñada y creada por el artista costarricense Max Ulloa por encargo del empresario nicaragüense Erwin González Bendaña, quien es fiel devoto del Cristo de la Misericordia y siempre soñó con desarrollar un gran proyecto para rendir tributo al santo de su fe.


     La imagen presenta a un Cristo resucitado que trae la paz a la Humanidad por medio del perdón de los pecados. La mano derecha de Jesús recuerda que Él está esperando para bendecir, perdonar y restaurar a las almas arrepentidas. La mano izquierda llama la atención sobre la incredulidad del apóstol Tomás.


Información tomada de LaNación




Foto cortesía de María Auxiliadora León Báez



jueves, junio 24, 2010

Granada celebra a María Auxiliadora


“El pueblo de Nicaragua es muy mariano, y en el caso específico de Granada hay dos fiestas que tienen una resonancia muy grande y la de María Auxiliadora es una de ellas” -Padre Enrique Obando (El Nuevo Diario)





"La celebración culmina el 24 de mayo, tras un programa cargado de oficios religiosos. Los festejos especiales a la imagen comprenden también la unción de los enfermos, el viernes 21 de mayo; el 22 misa especial dedicada a los niños; bajada de la imagen a cargo del Cuerpo de Bomberos de La Villa y alumnos del Colegio Salesiano." - La Prensa

Más información: Desborde en celebración

Fotos cortesía de María Auxiliadora León Báez

miércoles, junio 16, 2010

Nuestra Señora de las Victorias

“Como a las 12:00 de la noche escuché la voz de la Virgen como la aparición en Cuapa, entró a mi cuarto toda rodeada de luz con un velo en la cabeza, una corona, un manto azul celeste y un niño en brazos”

Bernardo Martínez, Vidente de Las Apariciones de la Virgen de Cuapa. Testimonio tomado de Cuapa.com

"Entonces la vi bien. La luz que daba en el cuarto venía de una aureola de luz que tenía alrededor del cuerpo. Llevaba un manto azul-celeste cruzado en el hombro; el vestido era blanco, con manga larga, recogido aquí (señala sus mangas) y le llegaba hasta los pies; solo algo de los dedos se le veía. Su rostro -siempre como yo la describo- era de tez un poco morena, de ojos café y pelo castaño. Se cubría la cabeza con un velo blanco tirado hacia atrás, bajo el cual le salía un poco el cabello, y vi que era de color castaño. En la cabeza llevaba una corona bellísima, como de reina, que terminaba en una cruz, y estaba adornada de piedras preciosas y brillaba como el oro."


    "En los brazos traía un niño varón, como de un año, de cuerpo esbelto; no era muy gordo ni muy delgado, sino esbelto. Tenía un parecido con Ella y el pelo partido hacia un lado. Estaba vestido con una túnica de color crema y tenía una mantilla, como la que usan las madres prevenidas cuando los niños están pequeños. El Niño jugaba con las manos, como todo niño, y se las llevaba a la boca. Se tocaba los pies y balbuceaba palabras; se sonreía. Cuando Ella hablaba, también Él hablaba en su lenguaje de niño. Las palabras que Ella pronunció fueron las siguientes:


Estoy contenta contigo, porque vas siguiendo las inspiraciones que yo te he dado. Te mandé a esta parroquia de Santa María de Las Victorias porque está muy decaída y quiero que se restaure. Quiero que se dé catecismo por todos los rincones y se hable de la palabra de Dios; quiero que vuelvan a la tradición de la Iglesia y al agua bendita.

(Testimonio de Bernardo Martínez, tomado de Nuestra Señora de las Victorias)

Foto cortesía de María Auxiliadora León Báez

Mi Boaco



Poema escrito por Vicky Toledo

En mi mente te recuerdo
En mi corazón te llevo
En tu tierra dejé mi ombligo
En tus cielos soñé mi camino

Boaco mi pueblo querido
La nostalgia viene a mí
En forma de verdes caminos
Con su fresco brillo de rocío

Tus casas, tus calles, tu gente
En mi mente siempre presente
Aun recuerdo los paseos
Con amigos y parientes

Las campanas de la iglesia
Traen recuerdos ambiguos
De eventos maravillosos
También de muertes y entierros

En subidas y bajadas
Caminé, corrí, crecí
Fui tan feliz en tu seno
Que aun yo contigo sueño

Una niñez muy feliz yo tuve
Por haber nacido en tu suelo
No había preocupaciones
Solo alegrías, risas y juegos

Eras un pueblo apacible
Todo era muy ingenuo
En la forma de vivir
Tranquilo, calmo y feliz

Boaco mi querido Boaco
Cuando me alejé de ti
Muchas veces yo lloré
Separación difícil para mí

Hoy muchos años después
Hoy una enorme distancia
Sé que un día volveré
Y por siempre en tu suelo reposaré

©Vicky Toledo

martes, junio 15, 2010

Escritos de Juan Espinoza Cuadra



El 19 de Julio de 1979 que yo recuerdo y considero

Escrito por el Dr. Juan Espinoza Cuadra

México

Junio de MMX

Esos días fueron de vértigo, de ansiedad aferrada al estómago, de incertidumbre asida al presente y dilema amenazante al futuro. Las calles sobreabundadas de inhóspita violencia, de algarabía sospechosa e ingenua. El pueblo amorfinado en la cadencia y exotismo de los sucesos. Los disparos dispersos y extendidos a toda dirección, el desaliño de los combatientes acentuado por el fastidio de lo prolongado de la lucha, el verde militar rompiendo la nitidez habitual de los días de invierno, los adoquines apilados como infranqueables apostadores de las desconocidas novedades, el humo de los incendios atiborrando la imagen de una Managua preñada de eventos inesperados. El caos transitando enfundado en una apuesta de baraja del destino.

Aquella mañana de 19 de Julio de 1979, la curiosidad venció mi tedio y perdido en la peregrinación de ingenuos, me dirigí a presenciar la manifestación más apócrifa e inconcebible que ficción alguna podía sustentar. Y la mentira develo un rostro irreconocible inflamado por los cantos de victoria y los vítores de los crédulos. El júbilo secuestro la sencillez de un pueblo angustiado y asediado y una manifestación adrenílica integral hizo presa de una multitud sedienta de esperanzas y asoleadas de incredulidad. Aparecieron los líderes bajo una aureola de mesianismo inesperado, espontáneo, irreflexivo. Bajo los rayos agobiantes del Sol y la pésima calidad del sonido cada palabra provocó somnolencia y no entusiasmo. La arenga era dirigida a combatientes, no a un pueblo estrenando su libertad. Las armas en alto, amenazando al somocismo y a los somocistas, a los no somocistas, a los apartidarios, a los apáticos, a los opositores al frentesandinismo, a todo lo que no fuera rojo y negro o no se aproximará a la frivolidad de las tendencia marxistas, fueron disparadas al aire, ajusticiando la tolerancia. Las consignas mataron ese día la conciencia de algunos, quizás muchos. Encerraron la gnosis de los dóciles tras los barrotes de desatinados slogans exaltando la indulgencia y humanidad de los vencedores.

Así como llego la multitud, con el corazón y el pensamiento sedientos de proclamaciones de iniciativas para un futuro mejor, así regresaron a sus casas. Esgrimiendo un universo de hipótesis. El discurso de los triunfadores reseñaron las vicisitudes de la batalla, su heroísmo, su entrega, su sacrificio, sus mártires. No el heroísmo ni el sacrificio ni la entrega ni los mártires del pueblo nicaragüense. Plagiaron mediante el número de sus armas y la metralla el triunfo y coraje de toda una Nación. En la balanza inexacta que impusieron peso solamente la discrepancia de sus concepciones triunfalistas. O estabas con ellos o contra ellos. La ideología impuesta careció de muecas misericordes. Y se inicio una nueva batalla, la del exilio. Y otra batalla, la de la imposición. Y otra más, la del secuestro de las variopintas corrientes de pensamiento. El olor de los cuerpos en descomposición aún era perceptible y ellos, indolentes, coaccionaron y amedrentaron.

A partir del 19 de Julio de 1979 los vínculos familiares de los y las nicaragüenses fueron violentados, rotos a través del cuestionamiento a los valores y principios mediante los cuales la sociedad nicaragüense se erigió. Los ahora gobernantes sin prejuicio alguno confrontaron y alentaron la insubordinación. A partir de ese momento, solamente ellos, los padres de la Patria y de sus habitantes.

Legítimamente, el 19 de Julio le pertenece a todo nicaragüense que aporto su esfuerzo o vida para cambiar el sistema represor político-militar de la familia Somoza. Treinta años después, un pueblo agobiado por la falta de oportunidades, angustiado por las intenciones dictatoriales de un tirano, mermado por el saqueo de la clase política, esta a las puertas de gestar un cambio. Nicaragua pertenece a clase obrera que trabaja incansablemente por la superación de sus familias de sus amigos y conocidos, a los campesinos que día a día hacen parir los frutos de la tierra y bendicen con ellos cada mesa de cada hogar, a los asalariados que sin su fortaleza los distintos sectores económicos sucumbirían, a los estudiantes generadores de progreso y esperanza, a los profesionistas que le echan ganas irremediablemente para abrir nuevas fronteras industriales y tecnológicas, a los marchantes andantes y de mercados que sin su energía y empuje colapsaría el comercio, a los académicos en cuyo conocimiento yace la puerta hacia el futuro, en fin, a todo hombre, mujer, niño o niña, adolescente o adulto mayor que siente y palpita cada extremo de Nicaragua, desde Cabo Gracias a Dios a San Juan del Norte y de Punta Cosiguina a El Ostional.

Ya no hay cabida para líderes mesiánicos ni predestinados. Todo nicaragüense tiene el derecho y la oportunidad de proyectar un futuro de paz, prosperidad y desarrollo sostenido para una Nación que vibra de vida y energía. Cualquier ciudadano nicaragüense puede administrar a conciencia para beneficio de todos, los innumerables recursos naturales y progresar a toda la Nación, sin distingos de ningún tipo. Cobijados todos bajo los colores azul y blanco y soñar juntos la emancipación de toda pesadilla que cimbre temores e inseguridad. El pueblo de Nicaragua es un solo partido político para derrotar a los partidos transgresores y sus cabecillas infractores.

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