La Peña del Tigre

Según la leyenda colonial, publicada en 1956 por Gustavo A. Prado, doña Inés, hija del Almirante Real y Gobernador don Tomás Marcos Duque de Estrada, se casaría con el Alférez Real don Alonso Mexía. Mientras el sacerdote desarrollaba el ritual eclesiástico, apareció a caballo con un grupo de enmascarados, otro enamorado de la joven: don Álvaro Reyes de Cifuentes. 

El pretendiente irrumpió hasta el altar, tomó por la cintura a doña Inés y espada en mano se abrió paso hasta la calle, donde el galope desapareció con dirección al poniente. Seis jinetes perseguían a los raptores. Don Álvaro desvió la ruta internándose a los llanos. Extraviado llegó hasta el mar, donde divisó una enorme peña, en la cual se estrellaban las olas del mar. 

Hizo su lecho en una cueva en la roca y a medianoche, un tigre que regresaba después de realizar sus andanzas rutinarias, encontró huéspedes no invitados, que se convirtieron en su alimento. 

Las osamentas y ropas de ambos fueron encontrados al día siguiente por el padre de la novia. Desde entonces, la enorme roca es conocida como: La Peña del Tigre. 


Tomado de La Prensa - 6 de abril de 2003

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