En los pueblos de Nicaragua el tema de los duendes es bastante común. Desde que somos pequeños escuchamos historias de muchachas que han sido acosadas por algún duende enamorado, o duendes traviesos que aparecen en los montes y veredas asustando a los campesinos o confundiéndoles el camino. Entre las cosas que se comenta, se dice también que a los niños se les debe bautizar sin demora, si es posible en cuanto nacen, ya que los tiernos que no son bautizados, son presa fácil de estos malos espíritus que vistiendo cotoncitas rojas, caminan en fila india con sus plantas del pie volteadas llevando "a tuto" a la criatura.
Milagros Palma comenta en Senderos Míticos de Nicaragua algunas de estas creencias:
"En Monimbó se dice que nunca hay que dejar a un niño solo, porque los duendes se lo llevan a la montaña para volverlos como ellos si no ha sido bautizados. En muchos lugares se oye decir que los duendes pierden en las montañas a los niños sin bautizar...Sólo los pequeños y los mudos ven a esos espíritus y entonces lloran de una manera extraña.
En Chontales, entre las fincas ganaderas los campesinos le temen mucho a los duendes. De aquella región es Bricelda que pasó toda su infancia en uno de esos grandes dominios. Ella conoce anécdotas de verdaderos encuentros que su papá y su madrina tuvieron con los duendes. Estas son sus propias palabras: 'Cuando yo estaba tierna mi abuelita me cuidaba porque decían que a los niños sin bautizar se los llevaban los duendes. Ellos se los sacaban de su propia casa al menor descuido de la mamá'." (Tomado de Los Duendes, Editorial Nueva América, Bogotá, 1987)
Milagros Palma comenta en Senderos Míticos de Nicaragua algunas de estas creencias:
"En Monimbó se dice que nunca hay que dejar a un niño solo, porque los duendes se lo llevan a la montaña para volverlos como ellos si no ha sido bautizados. En muchos lugares se oye decir que los duendes pierden en las montañas a los niños sin bautizar...Sólo los pequeños y los mudos ven a esos espíritus y entonces lloran de una manera extraña.
En Chontales, entre las fincas ganaderas los campesinos le temen mucho a los duendes. De aquella región es Bricelda que pasó toda su infancia en uno de esos grandes dominios. Ella conoce anécdotas de verdaderos encuentros que su papá y su madrina tuvieron con los duendes. Estas son sus propias palabras: 'Cuando yo estaba tierna mi abuelita me cuidaba porque decían que a los niños sin bautizar se los llevaban los duendes. Ellos se los sacaban de su propia casa al menor descuido de la mamá'." (Tomado de Los Duendes, Editorial Nueva América, Bogotá, 1987)
4 comentarios:
Hola, me gustó ésto de los duendes...
De paso te comento, estuve en tu otro blog, y no se puede hacer comments? Es por algo en especial?
Un gran saludo!
Hola Bea! que bueno verte por aquí nuevamente... Pues fíjate que como casi no tengo tiempo del todo de estar por allá porque he estado bien ocupada, he cerrado la opción de comentarios... pero que casualidad que alguien me hizo la misma pregunta hace poco... Umm.. a lo mejor me animo.. : )
hola:
bueno o no soy de esas paronas creyentes de cosas sobrenturales, pero hace dias me toco cuidar a mi sobrina de 3 mesez y me precio raro que se riera mirando a la puerta ,claro xq no era una risa normal sino se carcajaba.
se lo conte mi ma y me conto sobre lo famosos duendes........y para colmo me dijo q a mi tmb me kisieron llevar..........¿?
me parece algo tonto pero tengo mis dudas ya q un picologo me dijo q los niños a ea edad no aben difeenciar emociones asi q no me traumara con cosas stupidas.........se los dejo a libre comentario.......
Eso es algo interesante que presentan algunos niños a esa edad. Mi hijo fue uno de ellos. Seguía algo con la vista en la pared y se reía a carcajada y a mi me parecía extraño!! Y movía la cabecita de un lado a otro siguiendo a "eso" con la mirada y riéndose.
Me imagino que cada quien tiene su explicación o le da la interpretación que uno desee. He escuchado explicaciones que son desde duendes, hasta espíritus o ángeles. Razones científicas? que su vista se está desarrollando, que se distraen con cambios de colores, etc
Yo prefiero pensar algo agradable, que cualquier cosa que haya mirado era bueno porque hacía feliz a mi hijo.
Saludos,
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