Quiero compartir con ustedes pensamientos de felicidad.
Estos días me traen imágenes del pasado,
En mi niñez veo triquitracas, bombas y algún
cachiflín carbonizado,
Que fueran quemados por algún despistado niño de mi
poblado,
Que
encendiera la mecha cuando pasaba don Inocencio vado,
Para nosotros esas travesuras nos causaban risa,
Sin entender a esa edad, que eso luego nos traerían
momentos de prisa,
Cuando la vida nos enseñara, que cada acción no se
borra como tiza.
Los años pasan volando,
por ello las ideas en mi mente vienen entrando.
Una vez me regalaron un tambor,
pero pronto
lo rompí con un tenedor,
Al año siguiente me dieron una bola de hule, era
roja y estrellada,
También pronto fue desollada,
¡Ah! Pero cuando me trajeron aquel robot,
Me sentí como aquel actor del espacio, el Sr. Spot.
Lo acaricié, lo admiré y en la noche lo guardé,
Pasaron los días, dejó de moverse, y por eso me
intrigué,
Agarré un desatornillador, un martillo y lo desarmé,
Pero el problema fue, que al no saber armarlo, mi
impaciencia desperté,
Y el día de hoy, no recuerdo donde lo boté!.
Pasaron los años y me hice mayor,
Un diciembre recuerdo, estuvo lleno de verdor,
Conocí a una nena, que me aceleró el corazón como
motor,
Les digo un secreto… yo creí que era un ángel
terrestre,
Era inteligente, bonita y su piel clara olía a pino
silvestre,
¡Fue un amor de juventud…tierno, inocente!,
¡Pero el color de sus labios, aun los tengo en mente!.
Fue mi novia solo doce días,
luego partió a otro país en unas polillas,
quise seguirla,
pero el destino me dijo: Pensá en otras cosillas!
¡No te irás de aquí, porque tenés que hacer planillas!
Aquí les dejo, pues,
Mis motivos para amar este mes,
Esperando que este domingo si podés
Abraces a un hijo o a tu esposa si querés,
Y le digas al oído, sos mi vida, sos como mi tez,
En estos días navideños te amo tanto y te amaré
mucho después,
Cuando la vida de este mundo pase, y llegués donde
el buen Juez,
Para esperarme, si es que me voy tiempo después.
E | scrito de William Ampié Silva. |