lunes, octubre 18, 2010

Lavada de la Plata





Desde los primeros días del mes, peregrinos de diferentes regiones de Nicaragua y Centroamérica comienzan a llegar a la ciudad de El Viejo, departamento de Chinandega, para participar en la Ceremonia de la Lavada de la Plata.

A tempranas horas de la mañana del 6 de diciembre, entre campanas, cohetes, música, alegría y devoción, da comienzo la ceremonia que consiste en limpiar cientos de adornos y joyas de la Virgen de Concepción hasta dejarlos limpios y relucientes.






Todas las joyas son sacadas de la nave interior de la Basílica Inmaculada Concepción de María a los jardines, donde los devotos mojan algodones con soluciones de agua y ceniza, frotando voluntariamente la plata y el oro.

La idea es que la Virgen luzca hermosa y limpia con sus joyas y traje, preparándose de esta manera para su celebración que comienza el 7 de diciembre por la noche.

El sentido de la lavada del oro y la plata es penitencial. Los devotos y promesantes realizan una limpieza interior a la vez que limpian las joyas y adornos. Cientos caminan varios kilómetros, mientras que otros entran de rodillas a la Basílica pagando sus promesas, deseosos de participar.


El 8 de diciembre, Día de la Virgen Inmaculada, la Virgen de Concepción de El Viejo recorre las calles de la ciudad. Su carroza es decorada con esmero y orgullo por los artesanos del pueblo que han venido haciendo esta noble labor para la Patrona Nacional por varias generaciones.

From the earliest days of the month, pilgrims from different regions of Nicaragua and Central America begin to arrive in the city of El Viejo, Chinandega, to participate in the Ceremony of the Cleaning of Silver.

In the early hours of the morning of December 6, between bells, fireworks, music and joy begins the ceremony which consists in cleaning hundreds of ornaments and jewels of the Virgen de Concepción until they are clean and bright.

All jewelry is removed from  the Basilica Immaculate Conception to the gardens, where devotees wet balls of cotton with solutions of water and ashes, rubbing voluntarily silver and gold.

Her chariot is decorated with care and pride by the artisans of the city who have been doing this noble work for the National Patroness for several generations.

Devotees want the Virgin Immaculate to look beautiful and clean with her jewels and clothes.

The purpose of cleaning gold and silver is penitential.  Devotees want to purify their soul while cleaning jewelry and ornaments. Hundreds walk for miles while others fall on their knees to pay their pledges, eager to participate.


Fotos cortesía de Conchita Guerra y Pablo Valencia Cuadra (ornamentos de plata).

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