Si bien esta leyenda es conocida por todos, comparto aquí algunos fragmentos de La Llorona en Milagros Palma: Senderos Míticos de Nicaragua.
En general la historia se trata de una indita que se enamora de un blanco a pesar de las advertencias de su madre. Queda embarazada, tiene un niño, pero cuando le ruega al blanco que la lleve con él, este se embarca dejándola desesperada y llena de dolor. Furiosa arremete contra la criatura:
En general la historia se trata de una indita que se enamora de un blanco a pesar de las advertencias de su madre. Queda embarazada, tiene un niño, pero cuando le ruega al blanco que la lleve con él, este se embarca dejándola desesperada y llena de dolor. Furiosa arremete contra la criatura:
"-Mi madre me dijo que la sangre de los verdugos no debe mezclarse con la de los esclavos.
Entonces se fue al río y votó al muchachito y ¡pam! se oyó cuando cayó al agua. Al instante se oyó una voz que decía:
—¡Ay madre! ¡Ay madre! ¡Ay madre!...
Entonces se fue al río y votó al muchachito y ¡pam! se oyó cuando cayó al agua. Al instante se oyó una voz que decía:
—¡Ay madre! ¡Ay madre! ¡Ay madre!...
La muchacha al escuchar esa voz se arrepintió de lo que había hecho y se metió al agua queriendo agarrar al muchachito, pero entre más se metía siguiéndolo, más lo arrastraba la corriente y se lo llevaba lejos oyéndose siempre el mismo lamento: ¡Ay madre! ¡Ay madre! ¡Ay madre!
La muchacha afligida y trastornada con la voz, enloqueció. Así anduvo dando gritos, por eso le encajaron la Llorona. Ahora las madres, para contentar a los chavalitos que lloran por pura malacrianza, les dicen:
-Ahí viene la Llorona... "
(Selección de Leyendas Nicaragüenses, p. 68)
The Weeping Lady
The
people of León Nicaragua tell of this figure of the night that brings
terror to the campesinos (peasants) communities with its ceaseless
sobbing near the river. The story goes that a woman once had a 13-years
old daughter who fell in love with one of the white conquistadores
(Spaniard conqueror) back during the times of the original colonization
of Nicaragua. They say that the mother told her daughter that she should
not mix her blood with that of the “executioners”. Heedless of her
mother’s warnings, the young Indian would go to the river to bathe. She
found her white-skinned lover there on many occasions and became
pregnant. But he had orders to go back to his motherland.
The
girl wept desperately so that he would take her with him. The crying
and begging became so severe that one day she had an attack and fainted.
On awakening the following day, her lover was gone but she found a baby
boy by her side. She took him in her arms and with anger she remembered
what her mother had always told her: “The blood of the executioner must
never be mixed with that of the slaves.” The rage built up to the point
that she threw the infant into the river. Right away she realized what
she had done, and cried out “Oh mother!” and jumped into the river to
save him. But it was too late.
The
young mother would walk weeping in the streets, driving people crazy
with her wails, and so the people call her “La Llorona”. According to
legend, her spirit comes out at night near the river, and one can hear
her laments and weeping: “Ay madre..!” (“Oh mother…!”)
Others claim she cries out, “Ay, mi hijo…!” (Oh my baby…!”) One thing
true though is that many of our grandparents still tell us this story
and on hearing a sobbing around midnight, our hair stands on end and our
limbs are paralyzed with fear.
2 comentarios:
Me gustó esta versión de "La Llorona", siempre he leido otras versiones que son similares a las que tengo en http://antologia.f2o.org/leyendas/leyenda-de-la-llorona, pero está es totalmente diferente.
No he visto ese libro en las estanterias de las librerias en Guatemala. :'(
Hola Luis Enrique que bueno verte por estos lados. Tenés razón, el caso de la señora Marisa López de Figueroa, es diferente a esta otra Llorona, incluso por su condición social. He leído también las versiones de pueblos anglos, y nada que ver tampoco. Bueno, me imagino que el común denominador de todas estas lloronas es el arrepentimiento por dejar que sus hijos murieran...como pecando por quebrar ese lazo sagrado entre una madre y un hijo...
El libro es pequeñito, pero está interesante. A ver si escribo pequeños fragmentos de vez en cuando. : )
Publicar un comentario