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Blog de Martha Isabel Arana - ¡Bienvenidos!

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          Cuando un nicaragüense emigra, además de su maleta, sus temores e ilusiones, lleva consigo todos sus recuerdos más queridos. Con el correr de los años, algunos temores desaparecen, nuevos florecen y las ilusiones y sueños cambian a medida que ganamos nuevas experiencias. Sin embargo, no hay un solo día que un pinolero no recuerde con nostalgia y cariño los placeres más grandes que le regaló su patria: los olores, sabores, lugares y palabras que reconoció de niño y que atesora celosamente con respeto y devoción en lo más profundo de su corazón.        Bienvenido(a) a Nicaragua de mis Recuerdos, un sitio dedicado a todos los nicas que como yo, dejamos el país hace muchos años pero queremos transmitir de alguna manera nuestras raíces y cultura a nuestros hijos nacidos en paises extranjeros. Esas futuras generaciones que como único enlace a nuestra patria tienen los cuentos, las leyendas, los poemas, fotos y canciones que podamos dejarles como herencia.

A doña Lillian, en este mes de las Madres.

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Escrito por Martha Isabel Arana Los Angeles, California 1ro de mayo, 2013      Escribo y las palabras fluyen espontáneas de la nada.  Pareciera que esta pantalla, que hasta hace un rato se vestía de blanco, ha decidido abrirse cariñosa como un par de brazos para que yo, hoy que extraño, pueda vaciar mi alma.   Instantes que se añoran y personas que se guardan para siempre en el corazón me visitaron en este día primero de mayo. En el mes preciso, en el momento más inesperado, llenando mis vacíos con recuerdos melancólicos y cálidos que soplaron cariñosos otras épocas de mi vida.      Mi querida  *china .  Hoy ya no está conmigo, pero estas palabras las grito, escribiendo al infinito con la esperanza que me escuche como un susurro en su eternidad.  Siento su presencia en los días de dudas y las mañanas nubladas.   Como aquellas tardes de mis primeros años escolares, cuando llegaba corriendo, buscándola y me refugiaba en su regazo.   Esos días que lloraba porque algún párvulo se había c

Tigrecaribe

Escrito por Marlon Vargas A. Basado en el relato ofrecido por el Sr. Francisco López quien asegura haber escuchado a su padre, Don José Félix López Bendaña (q.e.p.d) contar ésta y otras historias transmitidas por su progenitor, Don Florencio López Cienfuegos.  La tradición oral nicaragüense y, por consiguiente, la chontaleña raya entre lo inverosímil y lo insólito. Muchas de las leyendas de nuestra región giran en torno a seres misteriosos que yerran por veredas y cañadas como “almas en pena” procurando encontrar algún trasnochado transeúnte para jugarle las peores y más inauditas travesuras Cuando nuestros campos son cubiertos sin contemplaciones por las tinieblas de la noche, muchos entes inician sus correrías convertidos en cadejos, micos, chanchas o coyotes. Fernando Buitrago Morales agrupa estas rarezas mitológicas en la “fauna intangible” de Nicaragua (1964).  La conversión de personas a animales es conocida como licantropía y es definida como la  “ superstición

¿Ideay?

     Te cuento una anécdota.  Recién venida a este país, una amiga  nicaragüense  y yo nos íbamos a trabajar todos los días en bus.   De regreso a casa una tarde, el busero se durmió en sus laureles y se pasó nuestra parada. Asunto trágico porque significaba que íbamos a tener que caminar unas cuatro cuadras leonesas de pura choña.  Mi amiga, al ver que el busero no hacía señas de parar, se levanta  arrecha  de su asiento y pega un grito de frustración y enojo delante de todos los presentes:   ¿IDEAY?????   ¡La cara que hizo el busero gringo!  ¡La cara que hizo toda la gente, tratando de descifrar qué decía la muchacha! Momentos memorables en la vida de un inmigrante.       Ideay es para mí, una de las palabras más lindas de nuestro léxico.   Mis hijos la usan perfectamente, a pesar de no haber visitado Nicaragua más que dos o tres veces en su vida.  Llega entonces a ser para nosotros los migrantes pinoleros como la bandera que nos distingue en el extranjero, el puente que nos une a

Una mañana campestre en Nicaragua

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 E scrito por Kem Vargas Noviembre se ha establecido temporalmente en el calendario mientras diciembre ya se vislumbra en su inevitable llegada. Los fríos vientos de la temporada hacen que los arboles se balanceen incesantemente. Muchos de ellos se desvisten haciendo caer sus hojas. Pero el madroño prefiere vestirse de blanco para saludar la llegada del verano. En las mañanas nicaragüenses, los campos son arropados por una fría neblina. La salida del sol se vuelve tardía y sus rayos llenan de colores mágicos todo lo que van tocando. El fogón ha sido encendido desde tempranas horas en cada rancho o vivienda campesina. Sobre candentes brasas se prepara un aromático café o un espeso “tibio” de pinol blanco que seguramente ayudarán a mitigar un poco el frio matutino. Las tortillas son preparadas con esmero y servidas con un buen trozo de cuajada que ha sido previamente semiahumada en un tapesco que cuelga en el techo de la cocina, propiamente sobre la blanquecina hornilla. En

Volver a respirar los mismos aires

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En un lugar donde la luna de plata me invita con pasión escarlata… en un lugar donde el sol al nacer me abre sus brazos de amor... …  el amor es evidente. Donde las nubes forman cirros que hablan de un niño que se acaba de ir muchacho que crece y alegre aparece como el pipe Güegüense queriéndose divertir… Esa es mi tierra, la bendita Nicaragüita que invade y toca mi alma en una tierna y alegre canción… Tierra mía remolino de vida mi Nicaragua querida mi linda niña, mi bella señorita, pronto tendré la dicha que tanto esperé de volver a respirar tus aires para quedarme por siempre a besar tus pies... Donde una jícara de tiste y una tortilla con queso me esperan para hacerme sonreír en ese lugar impregnado de versos y luz cautivante Escrito por  Esther Mendoza Urbina Foto: Cristina Trejo

Remembranzas de Chontales

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Escrito por Marlon Vargas Amador En cada oportunidad presentada, el poeta y profesor de generaciones Guillermo Rothschuh Tablada se empeña en expresar que Chontales es una cantera llena de motivos artísticos, culturales y tradicionales. El campisto, la ganadería, las montañas, los ríos, las minas, las haciendas y las leyendas son algunos de los tantos temas dispersos en esta tierra que bastarían una puñada de ellos para deleitarnos en la tarea de trazar y describir el frescor y la transparencia de sus formas, colores e historias. Cuanta razón tiene el pregonador de la “Chontaleñidad”. Octavio Robleto en su laberíntica labor de buscar paisajes nos ofrece suficientes motivos para creer que “ Dios está en Chontales, en cada pedazo de su naturaleza” como lo expresara Carlos A. Bravo el autor de la célebre frase “ Chontales es bello, donde los ríos son de leche y las piedras cuajadas ”.  No es un alarde de grandeza, esta tierra es un eterno grito de historia y cultura,