Entradas

Anécdotas de Semana Santa en Masaya

Imagen
"Hace muchas lunas en el cine Fénix, en la presentación de la Judea y cuando en el pasaje del resucitado asciende Jesús a los cielos, el actor improvisado que hacía de Jesús sumió tanto el cuerpo que el mecate que lo sostenía se resbaló y le llegó hasta el pescuezo y este se estaba ahorcando; entonces se armó una algaravilla en el cine Fénix y en el resultado de este incidente, las personas que manejaban el mecate y malacate fueron a parar a la cárcel, ya que eran los que trabajaban bajando y subiendo a Jesús. Desde entonces la gente le gritaban a la persona que hizo de Jesús, cada vez que lo encontraban en la calle ¡Ahí va Jesús ahorcado!!! A Granada llegó un grupo de la Judea de Masaya y se presentaron en el cine González y el que hacía de Jesús en el pasaje del resucitado sumió tanto el cuerpo que se le cayó el tapa rabo, quedando este totalmente desnudo y entonces la gente que estaba viendo la función de la Judea le gritó ¡Jesús cochino! Y así quedó bautizado el qu

Soy Samuel Belivet

Imagen
"En el año 1935 en el viejo camino carretero que va de Masaya a los pueblos llegó un hombre vestido de soldado romano a una finquita a la orilla del camino, donde estaba una mujer sola sacando agua de un pozo y le dijo a la señora: Soy Samuel Belivet, regáleme un poco de agua que tengo mucha sed». La señora le dijo «espéreme un momento», y se fue a traer una jícara. La sorpresa que se llevó la señora cuando regresó al lugar donde había dejado al personaje esperando para darle el agua, ya no estaba, había desaparecido y sólo sintió un olor a azufre fuerte; inmediatamente la señora pensó que era el judío errante el que se le había aparecido, quedando traumatizada y tuvieron que llevarla al hospital de Masaya para tratarla." Fragmento tomado de  Anécdotas de Semana Santa Escrito por Bayardo Ortiz Pérez - El Nuevo Diario 9 de abril de 2011 Foto: NicaraguaLiving

Margarita y Margaritas

Cuando escribí "Y quién es Margarita?", poco me imaginaba que se convertiría en meses posteriores en uno de los temas más visitados de mi blog. Nunca pensé que el poema que un día el Padre del Modernismo Hispanoamericano dedicara a Margarita Debayle en la Isla El Cardón (Chinandega, Nicaragua), despertara tantas emociones y recuerdos tiernos, no solo en el mundo de habla hispana, sino en lugares tan lejanos como las primeras memorias que nos acercan a los famosos versos de la princesita decidida y valiente que se atrevió a cortar una estrella sin permiso de papá. "El poema me remonta a mi niñez, cuando mi madre (tía, abuela, nana) me contaba la historia" es el comentario principal de los admiradores de Margarita. El placer de conocer un poco más acerca del lugar donde se originó, quién fue Margarita Debayle y bajo qué circunstancias Rubén Darío escribió su poema, nos fascina a todos. En una mezcla de curiosidad, sensaciones dulces e imborrables recuerdos

The Story of La Purísima and La Gritería

"The Spanish colonizers brought Catholicism and traditional religious celebrations to Central America. With fervor and piety, the native populations embraced Mary as their Patron Saint and church ceremonies were adopted and modified to mix with the native culture. There does not appear to be any one definitive history of how the veneration of Mary became a cultural custom in Nicaragua. The story is pieced together from a variety of explanations but tells us that the veneration of Mary began in 1562. Her image came to the village of El Viejo, carried by Pedro Alonso Sanchez de Zepeda y Ahumada, the brother of Saint Teresa of Avila, while traveling to Peru. Forced to remain while a tropical storm passed, he placed the statue of Mary in the local basilica. News of the image traveled through the region and many natives came see, pray, and worship the image. When Don Pedro departed, people traveled to the port to say goodbye to the beautiful image.  A new storm forced his return, and t

...La chicha y la cajetilla!

La primera semana de diciembre por lo general nos llena de nostalgia a los nicas que vivimos fuera del terruño. Muchos de nosotros estamos en lugares distantes donde no hay otros pinoleros cerca, y nuestros pensamientos y deseos vuelan recordando aquellos tiempos cuando celebrábamos las purísimas en esta época , visitando altares, rezando novenas, alegrándonos con el alboroto de los chavalos pidiendo dulces, o sintiendo en el ambiente el olor a pólvora de las triquitracas y carga cerradas que iluminaban el cielo de nuestras ciudades en una alborada eterna en honor a La Conchita , como le decimos de cariño a la Virgen de Concepción. He notado en estos días que muchos nicas han utilizado la internet para buscar temas relacionados con esta hermosa tradición: novenas, cantos, historia. Quizás como queriendo encontrar algo que recuerde y nos haga sentir cerca de nuestras memorias más queridas. Dejo esta semana, en la página principal, todos los temas relacionados a la Purísima que

¡Se me apareció el Cadejo!

Imagen
Yo conocí al Cadejo. Dicen que existen el negro y el blanco. Con el que yo me topé fue con el blanco; más bien diria yo: “bayo”. Porque como estábamos en invierno, el pelo de los animales blancos se manchan; “algo así como: “si se hubieran revolcado en una palangana repleta de jugo de mamón”. Vivía entonces en la comarca de “Pochocuape”, y casi todos los sábados, por las tardes, bajaba a “El Kilocho” a visitar a mis amigos; y con ellos; montados todos en briosos caballos, nos echábamos a las carreras; allá por el Siete Sur; donde el gobierno de Somoza Debayle había construido un desagüe; cuya correntada de agua, “cuando llovía”, caía en la profunda laguna de Nejapa. Esa tarde, por primera vez en mi vida; había tomado a escondidas, el revolver 38 de mi padre; no sé por qué, pero tuve un raro presentimiento; lo tomé y lo puse en su lugar varias veces, y por fin, “decidí llevarlo a pasear conmigo”. Ensillé pués una yegua mora que mi padre me había regalado, y me enru

No dejés de estudiar David

A hora veo que tienen zapatos, le digo a David que luce orgulloso un par de chinelas de hule de diferente color, una azul y una transparente. El año pasado que visité San Jacinto, el niño que me asistió como guía turístico en los hervideros del Volcán Telica andaba descalzo. ¡Me las regaló una gringa! Me dice David bajando la cabeza y retorciendo con su dedito un cordón negro que lleva atado al cuello un par de anteojitos de lentes gruesos. ¡No seas mentiroso! le reta Karina, la otra chavalita que se ha ofrecido entre tantos otros niños para contarme las mismas historias que narran de memoria, con amplio vocabulario y hasta en inglés a todos los turistas. Me mira a los ojos y continúa con una asombrosa retahíla... usted cree que una gringa le va a regalar esas chinelas tan feas? ¡No fregués, tu papa te las compró en el mercado! Lo que pasa es que este chavalo ahora solo tiene en la boca a los gringos porque como una gringa le regaló esos anteojos que anda, solo gringos tiene en