Entradas

Un encuentro con la Mona

Imagen
"Aunque parezca difícil de creer, esto me paso a mí. Bueno, dicen en el norte del país que los micos son personas que a través de oraciones se transforman en este animal para ir a las casas de las personas y robarles alimentos. Algunos dicen que las mujeres se transforman en monas, para ir a seducir a algún hombre que les guste y que no les hace caso. Dicen también que el mico es un espíritu malo y que la única forma de capturarlo es con semillas de mostaza bendecidas por algún cura, con agua bendita. Una vez que venía de una vigilia Católica en un lugar llamado El Silencio, yo venía en una mula con un amigo a quien llamábamos Nicho. Él era el dueño de la mula y me permitió montarla, ya que me dijo que él venía cansado de montar, porque venía de un lugar llamado Caña brava, a tres días de camino. Entonces, cuando veníamos sobre el camino de tierra y hacia la derecha, escuchamos unas risas que provenían del potrero. Nicho se hizo como que no había escuchado nada y a mi parec

Los misteriosos borrachos de El Crucero

Agradezco a un amigo de El Crucero quien amablemente me ha envidado una historia de esta zona, municipio del departamento de Managua, famosa, entre otras cosas, por sus espantos y sus casas embrujadas. Aquí su relato: "Yo soy de El Crucero o mejor dicho, después del terremoto mi familia tenía una casa allí, y me críe en dicho lugar. En el año 1984 tenía una novia en la zona central del pueblo, y acostumbraba a caminar kilómetro y medio diario, que al regreso a mi casa, me daban las diez, once de la noche, y los fines de semana me quedaba hasta las 4 de la mañana, porque hacían fiestas. En una de esas, un sábado, de por sí el sitio es neblinoso por la altura, como a las 3 de la mañana, me encontré de frente como de largo de 20 metros, unas personas que venían, eran como cinco. Inmediatamente, pensé en ladrones o pandilleros, pero eran unos borrachos, que venían cargando a uno de ellos. Me pasaron y después venían unos perritos negros caminando tras de ellos. Eran dos perritos d

El día que voló el barrilete más grande del mundo

Imagen
Hoy se me antojó jugar con magia y reproducir esta simpática historia que escribiera el Señor Eduardo Marenco en su artículo acerca del mundo del canta-autor Carlos Mejía Godoy : "(Carlos) Recuerda que su padre le había contado la historia de un mitómano de Somoto , que aseguraba haber fabricado el barrilete más grande del mundo, derribando un árbol de guanacaste para hacer las varillas, consiguiendo cincuenta yardas de lona, comprando en la mecatera de Managua cuerda ancha de barco para elevarlo, y había hecho volar el barrilete al fin, según decía, dándole cuerda con un malacate de pozo para que resistiera. Al lanzamiento del barrilete asistieron las autoridades civiles, eclesiásticas y militares de Somoto, así como la banda filarmónica, pero tan gigantesco era el barrilete, que había peligro de que se derribara el templo de la ciudad, y entonces la orquesta filarmónica se colgó de la cola con todo sus instrumentos para dar estabilidad a aquella bestia que por fin se encu

Un relato escalofriante

"Nací en Managua un 29 de noviembre, y nos fuimos a vivir a León, que queda a hora y media para llegar. Andábamos buscando una casa para rentar y encontramos una bien bonita. Me recuerdo que era grande, de techo alto, las puertas antiguas y partidas por la mitad. Si querías la podías abrir por la parte de arriba... gran portón, bonita vecindad. Yo jugaba mucho con mis vecinas. Soy amigable, sociable, positiva, llena de optimismo, siempre. Había un parque que se llama San Felipe con su iglesia al lado. Eso se acostumbra en todo Nicaragua. Todos los fines de semana, me levantaba con el ruido de las campanas de la iglesia resonando, clin, clin. Me encantaba ir a misa todos los domingos, soy muy creyente a Dios y me levantaba siempre feliz, inocente de cualquier malicia y miedo que pudiera tener. Vengo de padres divorciados, pero eso nunca me importó, siempre fui madura para mi edad. Lo que me importaba era el amor de mi mamá y mis hermanos. Éramos y somos unidos hasta la vez. Somos

El cuidado de una hija

Imagen
Cuentan en León que una señora viuda, sumida en la depresión de perder a su única hijita, cayó con el tiempo en una profunda tristeza y soledad. Su mal se fue agravando a tal grado que no quería levantarse de la cama, y mucho menos encontrar fuerza en su delgado cuerpo para pedir ayuda e ir en busca de un doctor. En su enfermedad se lamentaba que no tenía nadie quien cuidara de ella, y lloraba pensando que seguramente moriría sin remedio, sin un alma que se apiadara de su condición, por ser pobrecita y por vivir en una casita lejos de la ciudad. De pronto, tres golpes secos en la puerta interrumpieron sus pensamientos, y un médico asomó su sonrisa joven en el cuarto cubierto de tristeza. Le explicó el buen hombre que una niñita de 6 años aproximadamente había ido hasta su casa en mitad de la noche para avisarle de la gravedad de su madre. La señora se asustó y palideciendo exclamó que no era posible, su única hija había muerto trágicamente hace un año. Temblorosa señaló el único

La historia de Don Chon Centeno

Los rezadores en nuestros pueblos son personajes que con sus experiencias y vivencias enriquecen nuestra cultura a través de historias que hacen dudar al más incrédulo. Esta experiencia vivida por don Asunción Centeno, es verídica, según me cuenta mi buen amigo Freddy Sequeira "El Travieso". Aquí su relato, tal y como lo leí en sus escritos. "Hola amigas y amigos. Como de muchos es sabido, yo nací en la humilde comarca de Las Pozas, municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa, donde no había ni luz eléctrica, ni nada de eso. Recuerdo que los candiles algunas personas los hacían de botellas de Kola Shaler, esa bebida deliciosa ¿La recuerdan? Pues por las tardes, después de llegar de las labores diarias en el campo, muchas amistades de mi padre se reunían a tomar café con rosquillas y rosquetes. En esas comarcas siempre existen los rezadores y ellos son invitados a distintas comunidades cercanas a la nuestra; el rezador más famoso se llama Asunción Centeno y todos

El jinete de El Viejo

Quizá como en nuestra tierra crecimos con la costumbre de caminar por las noches en compañía de los amigos, las noches son cerradas y nuestra mente abierta a toda clase de experiencias, somos propensos a visualizar y escuchar cosas extrañas que se quedan para siempre en nuestra memoria tentando los límites de nuestro raciocinio. Mi buen amigo Álvaro Salazar, por ejemplo, recuerda nítidamente lo que le sucedió hace algunos años en su natal El Viejo, municipio del departamento de Chinandega. "Me pasó hace como 15 años atrás, como a las 3 de la mañana, allá por el Río El Viejo. No sé, fue como un sueño, algo extraño. Veníamos como 5 amigos de unos 15 años de edad platicando de carreta naguas, mocuanas y cosas así, cuando de repente sentimos que alguien nos venía siguiendo. Pensamos que no estábamos solos, pero cuando volteábamos a ver, no mirábamos a nadie. Pero seguíamos con esa sensación que algo nos acompañaba. Cuando llegamos a una esquina algo iluminada, esa sensación se qu