Entradas

Mostrando entradas de julio, 2006

Los niños de San Jacinto (update)

Imagen
Nicaragua es un país poblado de lagos y volcanes, donde la furia y la belleza de la naturaleza han cohabitado con sus residentes desde tiempos inmemorables. En el departamento de León, hay un lugar turístico llamado " Los hervideros de San Jacinto " donde las personas que visitan el área pueden caminar rodeando las fumarolas del Volcán Telica, contemplar el agua azufrosa que brota de las entrañas de la tierra y observar el hervor de los llamados "guacalitos", como los pequeños guías turísticos suelen llamar a los huecos burbujeantes que emanan en esta región. Sin embargo, lo curioso de este singular lugar, es la presencia de esos pequeños guías, niños entre 7 y 16 años quienes le indican a uno por dónde caminar, en un territorio que parecen dominar a la perfección. Uno, temeroso de dar un mal paso, termina confiando en ellos, disfrutando del lugar mientras escucha cuentos y relatos de sus experiencias. "'Váyase caminando por donde vea monte, ese

El Señor de las Nubes

Imagen
Hace muchos años, tantos que la fecha exacta se confunde y mezcla con el tiempo olvidado, existió en la región de Jinotega, un joven llamado Mixtli. El muchacho no parecía interesado en las cosas propias de su edad, mucho menos en las actividades de su gente. Sólo se sentaba a observar el Cerro Chirinagua día tras día, obsesionado con la pretensiosa idea de querer hablar con los dioses y ver como lucían. Pero a los dioses no les gustó la idea de que un simple mortal quisiera hablar con ellos y decidieron castigarlo. Su piel joven se arrugó en un momento, su pelo antes negro se tiñó plateado y para el final del día, el muchacho se había convertido en un gigante de piedra. Desde entonces, Mixtli, el Señor de las Nubes, aún sigue allí cubierto ya por el frondoso bosque, mirando eternamente al cielo y custodiando para siempre las brumas de Jinotega y las lluvias que bendicen y embellecen esta región. ------------- Many years ago, in the region of Jinotega, a boy named M

La historia de Aquel Almendro...

Imagen
"Oí, oí, que linda" exclaman las señoras en alguna reunión cuando emocionadas escuchan en algún equipo de sonido o una vieja roconola la conocida canción de Carlos Mejía, El almendro de 'onde la Tere . Las conversaciones cesan y alguna que otra dama comienza melancólica a tararear por lo bajo mientras el resto guarda silencio, ensimismadas e impenetrables en sus propios pensamientos. Probablemente recordando con nostalgia y cariño la historia de sus propios almendros y aquel ayer que no volverá. Ahora que estuve en Nicaragua, cayó en mis manos la historia detrás de la canción, anécdota que me pareció bonita compartir en el blog para los que "no sabíamos el cuento" porque después de todo, ¿a quién no se le viene de golpe toda su infancia cuando siente algún aroma o disfruta aquel sabor familiar? Dicen que así va la historia... "Siendo un niño en Somoto (Carlos) solía ir a jugar con el cardumen de primos al almendro de la tía Tere, doña María Tere

El fantasma de El Gobiado

Imagen
E n Pueblo Nuevo, Jinotega, en las montañas del norte de Nicaragua, los nativos del lugar insisten que todos los martes o jueves santos, faltando cinco minutos para la medianoche, baja del Cerro El Gobiado el escalofriante espíritu de un jinete a caballo. La misión de este gélido espectro es ir en busca de alguna mujer que esté a punto de dar a luz para robarle al hijo que está por nacer. Según cuenta la gente, el Gobiado o el Príncipe del Gobiado como le nombran algunos, hizo pacto con el diablo hace mucho tiempo, cuando estaba en vida y ahora, cada año, su deber es buscar recién nacidos para entregarlos en sacrificio. Se oye bajar a todo galope, luciendo su capa negra. Aterroriza a su paso animales, mujeres y peones que dominados por sus temores y los cuentos que han escuchado desde pequeños, buscan refugio tras la puerta cerrada de sus casas a obscuras. Cada año se escucha que el jinete baja hasta llegar a una finca donde entra al salón principal de la solitaria propiedad para re

La chancha bruja de Mateare

  Escrito por Orlando Valenzuela Hace muchos años, cuando la gente aún creía en historias de espantos y aparecidos, en Mateare ocurrieron hechos insólitos que si no fuera porque los personajes involucrados están vivos para contarlos, nadie los creería. Don Juan José Velásquez es un humilde campesino de 88 años, de los cuales los últimos 15 los ha vivido en este pueblo. Todos los días sale al monte a buscar arbustos para hacer escobas de barrer patios, las que vende a tres córdobas por unidad. En todo Mateare lo conocen y por cariño le dicen “Chaleco”. Dice que por dormir en hamaca ha quedado encorvado y que por usar caites a veces se espina los pies y tiene miedo que alguna vez lo pique una cascabel, porque aunque él sabe que el “secreto” contra una picadura de serpiente es “morderla” para que se reviente, “pero yo sin dientes, estoy servido” dice en tono de broma. Don Juan cuenta que en una ocasión, cuando iba por la hacienda Santa Elena, al pasar por la Ceiba